DIARIO DE VIAJE
DÍA 1: LLEGADA A LA PERLA DE ÁFRICA. VIAJE A LAS MURCHINSON FALLS Y VISITA ZIWA RHINO SANCTUARY.
Después de un largo viaje desde Madrid, finalmente aterrizamos sobre las 7:00 de la mañana en aeropuerto internacional de Entebbe. A la salida, nos estaba esperando un representante de la empresa Self Drive Uganda, él cual nos llevó hasta nuestro vehículo, un antiguo Toyota Rav4, en el que pasaríamos gran parte del viaje. Estaba algo destartalado, con numerosos arañazos y piezas sueltas, algo que sinceramente agradecí, puesto que en caso de darle un golpe a penas se notaría. Tras rellenar los papeles del contrato y pagar los correspondientes 530€ (10 días) nos pusimos en marcha al norte del país, con el objetivo de llegar por la tarde al corazón del Murchinson Falls National Park (350km/ 7h-8h).
A mitad del camino paramos en Ziwa Rhino Sanctuary (200km/4h), un espacio natural de unos 70 kilómetros cuadrados creado en 1996 para albergar a rinocerontes en semilibertad, ya que en 1983 se extinguieron como consecuencia de la caza furtiva. Actualmente hay un total de 34 ejemplares y el objetivo del parque es llegar a 50 para realizar un programa de reintroducción en Murchinson Fall N.P.
Una vez en la puerta pagamos 50€ por persona, donde se incluían los permisos de entrada y una ruta de dos horas a pie por acompañados de un Ranger.


Comenzamos nuestra ruta a las 12:00 de la mañana, una de las peores horas del día en lo que avistamiento de fauna salvaje se refiere, ya que el calor hace que los animales permanezcan a la sombra e inactivos. A los veinte minutos del inicio, nos topamos con un grupo de seis preciosos ejemplares de rinocerontes blancos, su actitud pacífica y tranquila nos permitió acercarnos a unos escasos cinco metros.


A la que volvíamos a nuestro coche, nos topamos sin esperarlo con un macho enorme comiendo tras un arbusto, la sensación de estar cara a cara con un mamífero de este tamaño sin la protección del vehículo es algo totalmente indescriptible a la par de bello.
Una vez llegamos al punto de partida, aprovechamos para comer en el restaurante del propio parque. La comida estaba riquísima y mientras comíamos se acercaron a nuestro alrededor un pequeño ejemplar de cebra, facóqueros y algún que otro antílope. Con el estómago bien lleno continuamos nuestra marcha hasta la puerta de entrada de Kichumbanyobo del Murchinson Fall N.P.


Pagamos las correspondientes tasas de entrada. En Uganda el precio es común para todos los Parque Nacionales: 45€ por persona y válido por 24h desde la hora de registro. Como estuvimos un total de 2 días, tuvimos que pagar un total de 90€ cada uno. Para mi sorpresa, la carretera que cruzaba el parque estaba asfaltada, por lo que disfrutamos de un bonito trayecto previo al atardecer entre babuinos y con el canto de los pájaros de fondo. Finalmente, llegamos a nuestro destino, el Red Chilly Rest Camp (8€ persona y noche = 32€).


Montamos nuestro pequeño campamento, cenamos y nos tomamos nuestra primera cerveza bien merecida tras un inicio de viaje agotador. Durante la noche, ocurrió uno de los momentos más peculiares del viaje. El calor sumado a la falta de aire, hizo que quitáramos la cobertura de nuestra tienda de campaña, quedando solamente un pequeño «esqueleto» de tela fina parecida a una mosquitera. Pues bien, sobre las 2am un ruido nos despertó y a la que abrimos los ojos ¡SORPRESA! pegado a un metro de nosotros, se encontraba pastando plácidamente un enorme hipopótamo. Los primeros segundos fueron aterradores, ya que no nos esperábamos ver a uno de los animales que más muertes causa en toda África tan cerca de nuestra fina tienda. Finalmente, el gran paquidermo decidió quedarse junto a nosotros toda la noche, dejando en nuestra memoria un recuerdo salvaje, aterrador y por supuesto precioso.
DÍA 2: SAFARI EN MURCHINSON FALLS N.P Y VIAJE EN BARCO HASTA LAS CATARÁTAS MURCHINSON.
Nos despertamos sobre las 5:45am para comenzar el safari antes de que salga el sol. Aunque nos encontramos dentro del parque, el sector donde realmente se comienza a ver fauna salvaje esta a unos 15 minutos del alojamiento. Para llegar a dicha zona hay que atravesar el río Nilo a través de un puente (ya no hace falta cruzar en ferry), conducir unos 10 minutos dirección norte por una carretera asfaltada (región de Paraa) hasta desviarte hacia la izquierda por los caminos de tierra, a partir de este punto, se podría decir que empieza el safari de verdad. Una vez por los caminos de arena, seguimos uno llamado Bugili Track, el cual terminaba en la zona del delta.
Poco a poco, los rayos del sol tiñeron el cielo de naranja flúor y rosa salmón mostrando la sabana en todo su esplendor. Los primeros animales comenzaron a aparecer. Pequeños grupos de precavidos antílopes y tímidos facóqueros se cruzaban continuamente en nuestro camino, pero fue una enorme jirafa la que robo completamente nuestra atención. Paramos el coche a escasos 5 metros de ella y simplemente disfrutamos del maravilloso regalo que nos ofreció la naturaleza.


Durante unas 5 horas estuvimos recorriendo los laberínticos caminos del parque hasta que el calor nos hizo retirarnos de nuevo a nuestro campamento, ya que los animales en las horas de máximo calor se mantienen inactivos y escondidos a la sombra. Durante nuestro game drive, tuvimos la suerte de ver prácticamente todos los animales que puede ofrecer este parque a excepción de los codiciados leones.


De camino al Red Chilly, paramos en el embarcadero que se encuentra a escasos 200 metros del alojamiento, para comprar los tickets del viaje en barco hasta las famosas Murchinson Falls por el río Nilo. Esta actividad tiene un coste de 30€ por persona, dura unas 3 horas y comienza a las 14:00pm. Tras disfrutar de una buena comida, nos fuimos a nuestra esperada excursión.


Durante el viaje en barco, pudimos avistar decenas de hipopótamos, cocodrilos y elefantes bañándose en las aguas de caudaloso río Nilo . Este paseo nos permitió ver una perspectiva del parque completamente diferente a la que habíamos disfrutado por la mañana.


Finalmente, tras recorrer unos 18km en 2 horas, llegamos a las Murchinson Falls. El barco se paró a unos 300m del imponente salto de agua, momento que aprovechamos para disfrutar de las vistas y tomar alguna que otra foto. El camino de vuelta duró a penas 1 hora, llegando al embarcadero sobre las 17:00pm. Aprovechando la luz del atardecer, decidimos volver a la misma zona donde habíamos estado por la mañana en busca de más fauna salvaje.


La dura jornada recorriendo el parque por tierra y agua nos dejó completamente exhaustos. Nos tomamos una buena cerveza «Nile» bien fría y nos fuimos a nuestra tienda a descansar, esta vez con la cubierta puesta para tener algo más de intimidad frente a nuestros amigos los hipopótamos. Sobre la 1am, una pequeña cría de hipo, decidió pastar cerca de nosotros aunque esta vez decidimos espiarla desde la seguridad de nuestro escondite.
DÍA 3: VIAJE A KIBALE NATIONAL PARK.
El sol poco a poco se asoma sobre el Nilo transformando el agua en mercurio, una estampa preciosa que da inicio a nuestra siguiente etapa. El objetivo del día es llegar a las puertas de Kibale Forest. Este parque de 770m2, es famoso albergar más de 1200 chimpancés a parte de otras especies de primates, elefantes y leopardos. La primera parte de la jornada transcurrió por una preciosas carreteras atravesando pequeños pueblos, plantaciones de té y frondosos bosques hasta llegar a Fort Portal (6h/315km), una ciudad a la que tengo especialmente cariño ya que tuve la gran de suerte de «vivir» en ella durante un par de meses. Aprovechamos para comer allí antes de llegar a nuestro alojamiento Isunga Lodge, sin duda alguna nuestro favorito de todo el viaje. Terminamos la jornada relajándonos en la piscina, fotografiando pájaros, tomando unas cervezas y disfrutando de un tímido atardecer sobre Kibale.


DÍA 4: TREKKING EN BUSCA DE CHIMPANCÉS EN KIBALE N.P Y VIAJE HASTA EL QUEEN ELIZABETH P.N.
Por fin ha llegado el trekking en busca de chimpancés salvajes en el bosque de Kibale. Llegamos a la puerta del Parque Nacional sobre las 7:15 de la mañana para hacer el registro. Es importante que tengas en cuenta de que hay dos modalidades de hacer esta actividad cuando vayas a pedir los permisos:
– Por un lado, tienes el trekking normal, el cual tiene una duración aproximada de 4h (8am – 12am), tiene un coste de 250€ y te permiten estar un máximo de 1h desde el primer avistamiento de chimpancés.
– Por otro lado, tienes la Habituation Experience, la cual puede llegar a tener una duración de 8h (7:30am – ?), tiene un coste de 300€ y te permiten estar de forma prolongada con las familias de chimpancés con las que te encuentres.
Según nuestra experiencia personal, escogería sin lugar a dudas la Habituation Experience, ya que con la actividad «básica» va a ser muy difícil poder ver a los chimpancés de cerca porque se quedarán arriba en los árboles como consecuencia del ruido por la cantidad de gente que estará entorno a ellos.


Durante las primeras 4 horas, la actividad resultó ser algo decepcionante. En primer lugar, nos tuvieron parados como 1h mientras los Rangers buscaban a los primates. Una vez que los encontraron, todos los grupos de gente que rondaban por el bosque acudieron al mismo punto, lo que provocó que los chimpancés huyeran literalmente de nosotros.
Afortunadamente y como he mencionado antes, habíamos contratado la Habituation Experience y cuando todo el mundo se fue, nosotros nos quedamos ahí esperando y por fin llegó el momento que tanto estábamos esperando. Un macho de 27 años bajo rápidamente a escasos 3 metros de nosotros. El tiempo se congelo junto a él, su profunda mirada analizaba cada movimiento que hacíamos. Es complicado describir lo que se siente cuando estas junto a estos primates, simplemente es algo mágico, sin embargo, algo inesperado ocurrió, de repente y sin previo aviso, el curioso chimpancé cambió radicalmente de actitud, comenzó a realizar pequeños gemidos que terminaron en gritos acompañados de poderosos golpes a los árboles mientras huía a las profundidades del bosque. Sin duda alguna, fue uno de los momentos más salvajes del viaje.


Tras nuestro cercano encuentro con el chimpancé, decidimos concluir la actividad y continuar nuestro viaje al Queen Elizabeth National Park, el cual se encuentra a unas 2h/100km. Justó antes de entrar en el parque, cruzamos la linea del ecuador, por lo que oficialmente entrábamos en el hemisferio sur. A partir de este punto, la carretera hasta nuestro destino se convirtió en un safari gratuito, tuvimos la suerte de ver numerosos elefantes, antílopes incluso hipopótamos mientras atravesamos el puente del Kazinga Chanel. Una vez en nuestro alojamiento, Engiri Game Lodge, montamos nuestro nuevo campamento y repusimos fuerzas, pues las necesitaríamos en los días venideros.


Como anécdota y como lleva siendo habitual en el viaje, mientras dormíamos, tuvimos la visita de un elefante y de un hipopótamo al lado de nuestra tienda, desde luego no nos aburrimos por las noches.
DÍA 5: SAFARI EN QUEEN ELIZABETH NATIONAL PARK Y VIAJE EN BOTE POR KAZINGA CHANEL.
El Parque Nacional Queen Elizabeth tiene 3 sectores principalmente, de los cuales dos, Mweya y Kasenky, están prácticamente juntos, separados únicamente por la carretera. El pago de la entrada al parque te permite visitar cualquiera de los diferentes sectores durante el tiempo máximo de 24h, pasado este límite tendrás que pagar un día adicional (45€ persona/24h).
SECTOR KASENYI
SECTOR MWEYA
El tercero, el sector de Isasha (famoso en todo el mundo por sus leones trepadores) se encuentra a 70km/2h de los otros dos. Normalmente, se suele visitar uno de los sectores del norte del parque en un día de safari combinado con un crucero por el Kazinga Chanel. Al día siguiente, se visita Isasha, ya que la carretera que va en dirección a este sector, es la misma que va a Bwindi (hogar de los gorilas de la montaña) y todo el mundo que viaja por Uganda, ya sea en un sentido u otro, pasará por aquí.
SECTOR ISASHA
Comenzamos nuestro primer día de safari por el Queen Elizabeth eligiendo el sector de Kasenyi, ya que fue el que nos recomendó todo el mundo. Tras pagar las tasas correspondientes en la puerta principal (10 minutos desde nuestro alojamiento), nos adentramos en las profundidades de la sabana africana a la par que el sol salía en el horizonte.


Durante los primeros kilómetros, nos dieron la bienvenida numerosos antílopes que compartían sin miedo su espacio con una numerosa familia de búfalos, pero no todos fueron así de simpáticos, un ejemplar gigante de elegante africano enojado por nuestra presencia, decidió perseguirnos durante unos metros, afortunadamente todo quedo en un susto y un video gracioso para el recuerdo.


Incluso la naturaleza nos regaló un difícil avistamiento de dos leopardos, uno de los animales más complicados de ver. El resto de la primera parte de la jornada transcurrió entre caminos destrozados por la lluvia y el tiempo, caminos que llevaron al límite mi conducción 4×4 off road.
Después de comer, fuimos al «puerto» de Katanguru para alquilar un bote que nos llevará a dar un paseo por el Kazinga Chanel. Esta actividad es una de las más famosas del Queen Elizabeth, se hace en las horas de máximo calor ya que es cuando los animales bajan al río para hidratarse y refrescarse. Tiene un precio fijo de 30€ por persona.


Durante nuestro recorrido en bote pudimos divisar numerosos elefantes, cientos de hipopótamos, cocodrilos y algún que otro búfalo despistado. Por la tarde, aprovechamos las horas de luz para dar una vuelta por otro sector del parque en busca de leones, aunque no tuvimos éxito, ese regalo nos estaría reservado para el día siguiente en Isasha.
DÍA 6: VIAJE A BWINDI IMPENETRABLE FOREST. PARADA EN ISASHA EN BUSCA DE LOS LEONES TREPADORES.
Salimos alrededor de las 7am de nuestro «campamento» dirección a Isasha. La puerta de entrada a dicho sector se encuentra a unos 70km/2h atravesando el Parque Nacional por una camino aceptable de tierra. Tras pagar las correspondientes tasas de nuevo (otros 45€ persona/24h) entramos al famoso hogar de los leones trepadores.


El encuentro tan esperado no tardó en llegar, a tan solo 3km de la puerta nos encontramos con una pareja de macho y hembra subidos en lo alto del «esqueleto» de un árbol. Mientras disfrutábamos del espectáculo, el único coche que estaba junto a nosotros decidió que era un buen momento para darnos un golpe, dejando el capó de nuestro pequeño Rav4 como un acordeón. Al ver que los dos leones estaban tranquilos, pensé que sería una buena idea bajar a colocar el capó, pero… error… a los poco segundos de bajarme del coche el león bajo a todo velocidad a por mí. Afortunadamente todo quedo en otro susto y la suerte de ver al león a tan solo 3 metros de nosotros.


Este comportamiento tan poco común de los leones de Isasha, solo ocurre aquí y en el Lago Manyara en Tanzania, y se debe principalmente a dos razones:
1- Para aislarse de la elevada humedad de terreno.
2- Para protegerse de las mordeduras de las moscas Tsé-Tsé.
Satisfechos tras el breve el safari, continuamos nuestro camino hasta el Bosque Impenetrable de Bwindi, más concretamente hasta el sector de Buhoma (65km/2h30′). Los últimos kilómetros de esta jornada de conducción fueron horribles, la remota ubicación del hogar de los gorilas de la montaña hace que los caminos estén completamente destrozados. Finalmente, llegamos a nuestro nuevo alojamiento, Bwindi Forest Lodge, donde pasamos un total de dos noches.
DÍA 7: TREKKING EN BUSCA DEL GORILA DE LA MONTAÑA.
Y por fin llegó el día, la visita estrella del viaje, la razón por la que recorres medio mundo hasta este remoto lugar del continente africano. Es la segunda vez que realizo esta actividad y pese a ello conservo el mismo nerviosismo de la primera vez, pues es un momento inolvidable en la vida.
Recorrimos entusiasmados los 250m que separaban la puerta de entrada al Parque Nacional de nuestro alojamiento. Una vez allí, nos registramos y entregamos los correspondientes permisos. Tras un largo briefing, nos asignaron la familia Muyambi, la más reciente del sector de Buhoma, formada por un total de 6 miembros.


Tuvimos la gran suerte de ir únicamente con una pareja a parte de nosotros y por supuesto los Rangers del parque. A diferencia del resto de grupos, nosotros comenzamos el trekking directamente desde el centro de visitantes. Durante los primeros kilómetros seguimos un camino, pero a partir del cuarto kilómetro dejamos a un lado las comodidades y nos adentramos al corazón del parque a golpe de machate, el bosque impenetrable hacia justicia a su nombre. Finalmente, al cabo de unas dos horas nos topamos con el lomo plateado, el líder de la familia Muyambi, su nombre es Katwe.


Al principio, el lomo plateado nos vigilaba desde la distancia, hasta que finalmente decidió bajar. Una vez en el suelo, el resto de la familia se acercó a él, sentándose a su alrededor. Durante unos 15 minutos permanecimos junto a ellos a tan solo 2 metros, intercambiando miradas de asombro y fascinación por nuestra parte y de curiosidad y cautela por la suya.


De todos los encuentros que el ser humano puede tener en el mundo animal, el encuentro con el gorila de la montaña, es sin lugar a duda, uno de los más increíbles y bellos. El poder de este primate, nos hace darnos cuenta de lo insignificantes y vulnerables que somos en un entorno tan salvaje como el de Bwindi.


Durante el tiempo que permanecimos con ellos no podía dejar de pensar como la huella del hombre casi lleva a la extinción de esta especie. El gorila de la montaña se descubrió a principios del siglo XX, siendo el primer animal que casi llega a extinguirse en el mismo siglo de su descubrimiento. Afortunadamente, esta situación se esta consiguiendo revertir y la cifra de gorilas esta aumentando cada año. Actualmente hay un total de 1000 ejemplares, de los cuales 800 habitan en Uganda.
Tras terminar los sesenta minutos que te permiten estar con la familia, comenzamos el camino de regreso a la puerta de entrada a través del bosque impenetrable, poniendo fin así a una de las mejores experiencias de nuestra vida.
DÍA 8: VIAJE AL LAKE MBURU NATIONAL PARK.
Dejamos atrás Bwindi para ponernos en marcha hacia nuestra última parada, el pequeño Parque Nacional del Lago Mburu. El viaje fue relativamente cómodo, tras dejar atrás la región de Buhoma, la carretera volvía a estar asfaltada y tardamos poco más de 6h/530km en llegar a nuestro nuevo alojamiento, Leopard Rest Camp, ubicado a tan solo 5 minutos de la puerta de entrada al parque.


Nos tiramos la tarde entera descansando, la paliza de los últimos días pasa factura y las zonas comunes de nuestro nuevo campamento incitan a estar tirados en una hamaca tomando unas cervezas bien frías con el atardecer de fondo.
DÍA 9: SAFARI A PIE Y EN COCHE POR LAKE MBURU NATIONAL PARK.
El Parque Nacional del Lago Mburu es uno de los más pequeños de todo Uganda, y a diferencia del resto apenas tiene depredadores, lo que provoca que especies como las zebras y antílopes se reproduzcan con bastante facilidad. También es el único lugar junto con el Murchinson, donde es posible ver jirafas en libertad. Hace años se extinguieron en el parque, pero la UWA decidió introducir unas pocas para ver si se reproducían y al no tener casí depredadores la iniciativa esta siendo un éxito.

Toca ponerse en marcha a por nuestra última jornada de safaris. Decidimos dividir el día en dos actividades: en primer lugar haríamos una safari a pie durante el amanecer, y después de comer un safari en coche por nuestra cuenta. El precio de la entrada al parque es el mismo que en el resto del país: 45€/24h/1 persona + 25€ por safari a pie acompañado de un Ranger.


Con los primeros rayos del sol nos adentramos en el parque acompañados de un tímido Ranger. Tras una pequeña de charla de seguridad en caso de toparnos con un hipopótamo o búfalo, nos comenzamos a meter entre los arbustos en busca de fauna salvaje. Las primeras zebras no tardan en aparecer, numerosas familias compartían el pasto tranquilamente junto con diferentes tipos de antílopes. La falta de depredadores hacen de este parque un paraíso para estos animales, que confiados, nos permiten acercarnos a pocos metros de ellos.


Tras un par de horas caminando volvemos al punto de partida y de ahí a nuestro campamento. Descansamos unas horas antes de volver a entrar al Parque Nacional evitando así las horas de máximo calor. Una vez dentro, seguimos con nuestra nueva pasión, buscar animales salvajes, aunque lo más destacable del resto de la jornada fue el avistamiento de un grupo de grullas coronadas grises, el pájaro nacional ugandés.


DÍAS 10-11: VIAJE DE REGRESO A ENTEBBE Y VUELO A ESPAÑA.
El final del viaje de se acerca, ya solo nos queda el último trayecto de regreso a Entebbe. Tras despedirnos de Lago Mburu, nos lanzamos a la carretera para recorrer los 250km/7h de camino hasta nuestro último alojamiento, ViaVia Entebbe (uno de los mejores de todo el viaje y a 20 minutos del aeropuerto).


Tristemente llegamos a nuestro destino, ya solo nos queda esperar a nuestro vuelo y dar las gracias a la naturaleza por el espectáculo que nos ha regalado. Uganda puede que no goce de la fama que tienen sus países vecinos como Tanzania o Kenia, sin embargo, tiene algo especial, algo que la hace única frente al resto, quizás sea la libertad que sientes recorriendo sus caminos y carreteras, o quizás sea su fauna tan exclusiva y delicada, pero lo único que esta claro es que Uganda es digna de llamarse La Perla de África.