ITINERARIOS
SRI LANKA EN 10 DÍAS
- Día 1: Llegada a Negombo (11 km aeropuerto Colombo)
- Día 2: Viaje a Sigiriya / atardecer en Pidurangala.
- Día 3: Visita Lion‘s Rock en Sigiriya / visitar Minneriya National Park.
- Día 4: Dambulla / viaje a Kandy.
- Día 5: Tren Kandy – Ella «el trayecto en tren más bonito del mundo«
- Día 6: Trekking Ella‘s Rock / puente de los 9 arcos.
- Día 7: Viaje a Tissamaharama (safari Yala National Park al atardecer)
- Día 8: Viaje a Mirissa (parada Hiriketiya)
- Día 9: Viaje a Galle + visita (parada para hacer surf en Weligama o visitar Hikkaduwa Beach)
- Día 10: Viaje a Negombo y regreso a España.
SRI LANKA EN 15 DÍAS
- Día 1: Llegada a Negombo (11 km aeropuerto Colombo)
- Día 2: Visita Negombo.
- Día 3: Viaje a Sigiriya / atardecer en Pidurangala.
- Día 4: Visita Lion‘s Rock en Sigiriya / visitar Minneriya National Park.
- Día 5: Dambulla / viaje a Kandy.
- Día 6: Visita Kandy.
- Día 7: Tren Kandy – Ella «el trayecto en tren más bonito del mundo«
- Día 8: Trekking Ella‘s Rock / puente de los 9 arcos.
- Día 9: Viaje a Tissamaharama (Yala National Park)
- Día 10: Safari en Yala National Park.
- Día 11: Viaje a Talalla (parada obligatoria en Hiriketiya Beach + Surf)
- Día 12: Mirissa / Surf.
- Día 13: Viaje a Galle.
- Día 14: Viaje a Hikkaduwa.
- Día 15: Viaje a Negombo y regreso a España.
Este fue nuestro itinerario de viaje.
SRI LANKA EN 20 DÍAS
- Día 1: Llegada a Negombo (11 km aeropuerto Colombo)
- Día 2: Visita Negombo.
- Día 3: Viaje a Anuradhapura
- Día 4: Visita a Anuradhapura
- Día 5: Viaje a Sigiriya / atardecer en Pidurangala.
- Día 6: Visita Lion‘s Rock en Sigiriya / visitar Minneriya National Park.
- Día 7: Dambulla / viaje a Kandy.
- Día 8: Visita Kandy.
- Día 9: Tren Kandy – Nuwara Eliya.
- Dia 10: Visita plantaciones de té y lago Gregory.
- Día 11: Viaje a Ella.
- Día 12: Trekking Ella‘s Rock / puente de los 9 arcos.
- Día 13: Viaje a Tissamaharama (Yala National Park)
- Día 14: Safari en Yala National Park.
- Día 15: Viaje a Talalla (parada obligatoria en Hiriketiya Beach + Surf)
- Día 16: Mirissa / Surf.
- Día 17: Viaje a Galle.
- Día 18: Viaje a Hikkaduwa.
- Día 19: Viaje y visita Colombo.
- Día 20: Regreso a España.
diario de viaje
DÍA 1: Llegada a Colombo.
Nuestro viaje a la lágrima de la India comienza en el aeropuerto Madrid-Barajas. Tardamos poco más de 15 horas en llegar a Colombo, capital de Sri Lanka. Tras aterrizar sobre las 4 de la mañana y muertos de sueño, pillamos un taxi para que nos llevará a nuestro humilde alojamiento en Negombo (11km del aeropuerto) durante las próximas dos noches. Una vez allí… caímos fulminados (pincha aquí si quieres mas información sobre alojamientos en Sri Lanka)
DÍA 2: Negombo, Alquiler Tuk Tuk, Negombo Beach y mercado de pescado.
Tras acostarnos sobre las 5 de la mañana, nos levantamos sobre las 9, así que te puedes hacer una idea de como nos encontrábamos, pero no queda otra, hay que comenzar con los preparativos del viaje, y el tiempo es oro.
Comenzamos con la búsqueda de dos tarjetas Sim para el móvil en el centro de la ciudad, tarea que no nos llevaría más de 1 hora, para a continuación ir en busca de nuestro tan esperado Tuk Tuk (pincha aquí si quieres tener toda la información respecto al alquiler de Tuk Tuks en Sri Lanka)
Por la tarde, tras una larga siesta reponedora bien merecida, nos fuimos a ver el atardecer a la playa de Negombo. La playa en sí misma, no tiene ningún encanto, está llena de basura y el caos de la ciudad hace su eco en la orilla, sin embargo es un punto local de reunión y siempre es interesante ver como la gente sociabiliza a la par que los niños juegan y corren por la arena dorada mientras el sol va cayendo poco a poco.
Por la noche toco dar un paseo al mercado de pescado y cenar en un restaurante local, cerrando así el primer día completo de nuestro viaje.
DÍA 3: Viaje a Sigiriya y atardecer en Pidurangala Rock.
Amanece en Negombo, y tras desayunar nos lanzamos a la carretera con nuestro Tuk Tuk dirección a Sigiriya. Nos separan 150km, a priori puede parecer una distancia corta, pero nuestro triciclo a penas llega a superar los 40km/h. Caen lentamente los km en un entorno de auténtico caos. Rápidamente los autobuses y camiones nos dejan claro quien manda en estas carreteras, y no… no somos nosotros. Tardamos unas 5h en llegar a nuestro destino, una casa-árbol a las afueras de Sigiriya.
Tras dejar las mochilas en la habitación, nos tomamos un café con la propietaria y nos dirigimos rumbo a la entrada de Pidurangala Rock con la intención de ver el atardecer sobre la famosa Lion’s Rock. (pincha aquí si quieres toda la información acerca de como llegar a Pidurangala y Lion’s Rocks) El ascenso a la cima de la roca, nos llevó unos 25 minutos, siendo el último tramo algo difícil. Una vez arriba comienza el orgasmo visual, el paisaje es realmente impresionante y generalmente no hay mucha gente, por lo que se puede disfrutar de las mejores vistas de tu viaje en una relativa soledad. Sobre las 6 de la tarde el sol comenzó a desaparecer, dando lugar a un cielo con tonos naranja flúor y grises azulados, resaltando a la perfección la silueta de la roca felina.
Por la noche ronda de cervezas y a dormir en mitad de la naturaleza.
DÍA 4: Visita Lion's Rock y avistamiento de " La Concentracion" en Minneriya National Park.
Nos levantamos con los primeros rayos de sol con el objetivo de subir pronto a Lion’s Rock, evitando así el calor del medio día (pincha aquí si quieres tener toda la información sobre como llegar, subir y disfrutar de Lion´s Rock). Tras pagar la entrada (30€ EFECTIVO, si… tuvimos que darnos la vuelta porque no aceptaban tarjeta) entramos dentro del recinto palaciego. Atravesamos unos jardines rectangulares increíbles con estanques repletos de flores de Loto. El camino hasta la base de la roca es de unos 400m, y es en este punto donde comienza la subida. La altura total es de 200m y el último tramo donde se encuentran las garras del león está a unos 40m de la cima. Una vez arriba recorrimos las ruinas del antiguo palacio/fortaleza aprovechando para tomar fotos y comer algo para reponer fuerzas. El descenso fue bastante rápido y light en comparación con la subida. Regresamos a nuestro alojamiento y nos preparamos para nuestro primer safari asiático.
Llego el momento de visitar Minneriya, contratamos la excursión en nuestro alojamiento, ya que ellos tenían su propio Jeep y nos salió tirado de precio. También nos comentaron que en agosto y septiembre tiene lugar en Minneriya uno de los mayores espectáculos de toda Asia y es la llamada «Concentración» (pincha aquí leer más sobre los Parques Naturales de Sri Lanka). Tardamos unos 40 minutos en llegar a las puertas y comenzar el safari. Los elefantes no tardaron en aparecer en escena. Nos emocionamos muchísimo ya que no solo había adultos, sino también crías de a penas pocos meses que imitaban con mucha gracia los movimientos de los adultos, un momento sin duda para el recuerdo. Después de unas 3h comienza a ponerse el sol, toca volver a nuestro árbol para dar cierre al día.
DÍA 5: Visita Dambulla y Viaje a Kandy.
Abandonamos Sigiriya para comenzar nuestro viaje a Kandy «El Pueblo del diente de Buda», pero antes haciendo una parada a 15km en Dambulla y sus sagrados templos/cuevas. Recorrimos el Rock Temple, un complejo formado por 5 templos cavados en la propia montaña a 150m de altura y seguidamente el templo de oro (aquí tienes toda la información de la visita).
Continuamos rumbo al sur dirección Kandy. Nos separan 80km, unas 2h30′ ritmo Tuk Tuk. El recorrido es relativamente cómodo hasta llegar a Kandy, allí el tráfico es una locura, pero nuestro triciclo cumple su cometido y consigue llegar al nuevo alojamiento ubicado en mitad de una montaña, a unos 3km de la estación de tren, sinceramente no sé cómo pudo subir ese camino, perdió 10 años de vida.
Por la noche aprovechamos para dar un paseo por el lago de Kandy y su caótica ciudad.
DÍA 6: Visita Kandy, templo del Diente de Buda y Buda gigante en la montaña
Comienza el día con un magnífico desayuno en la inmensa terraza de nuestro alojamiento, desde ahí podemos ver el centro de la ciudad y el lago Bogambara en completo silencio. Bajamos al pueblo dando un paseo y nos presentamos en la entrada del famoso Templo del Diente de Buda, sin embargo no nos dejan pasar ya que Alba va «con ropa ofensiva a los presentes» palabras textuales. Realmente ya sabíamos que esto iba a ocurrir, algo similar paso con mi pantalón corto en Dambulla, pero normalmente siempre te ofrecen unas telas para taparte y entrar a los recintos sagrados según sus normas, pero aquí pecamos de listos y tuvimos que buscarnos la vida para alquilar unos pañuelos en una floristería que había al lado del lago. NOTA: los alrededores del templo están plagados de estafadores y falsos guías que no van a dejar de seguirte aunque pases de ellos, así que relax…
Finalmente, entramos al templo (pincha aquí si quieres más información sobre la visita). Dentro se puede sentir la espiritualidad, pero si es cierto que tal es la aglomeración de gente que nos llegamos a conectar con el lugar.
Hacemos una parada para comer en un restaurante local bastante recomendable «Café 1886» y echando en falta una buena siesta nos dirigimos a subir al Buda Gigante. Tienes dos opciones o subir en Tuk Tuk o andando como nosotros (si decides esta opción prepárate para sudar). Una vez arriba en la sombra, pudimos disfrutar de las mejores vistas de Kandy.
El resto del día lo pasamos deambulando por el centro colonial, sus calles y sus mercados.
DÍA 7: Viaje en tren a Ella.
Suena el despertador y nos ponemos rumbo a la estación, allí nos está esperando un chico que hemos contratado para que nos baje nuestro Tuk Tuk hasta Ella, para así poder disfrutar del tren que para muchos es el trayecto más bonito del mundo. Compramos billetes en 2ª clase con asientos reservados 2 horas antes de la salida, pero si no quieres arriesgarte puedes comprarlos el día de antes. (pincha aquí si quieres más información sobre el tren de Ella). A los pocos minutos de partir, nos levantamos de los asientos y nos dirigimos a la zona entre vagones, donde las puertas estaban abiertas y la gente local aprovechaba para charlar, sociabilizar, sacar los pies, tomar fotos, etc…todo eso sumado al increíble paisaje, hacen del tren de Ella una de las experiencias más autenticas de todo nuestro viaje. Tardamos unas 7 horas en llegar a nuestro destino, allí nos esta esperando Vijay con nuestro indestructible Tuk Tuk.
Nos dirigimos a nuestro nuevo alojamiento, el que sin duda fue ¡EL ALOJAMIENTO DE NUESTRO VIAJE!! que puta pasada, una casa preciosa con una terraza colgante en una ladera, con unas vistas al valle y por tan solo 40€ la noche, flipamos la verdad (pincha aquí para leer sobre nuestros alojamientos favoritos)
Por la noche nos bajamos al pueblo andando, era noche cerrada y solo podíamos ver lo que el flash de nuestros móviles alumbraban, de repente en mitad del bosque empezamos a ver diminutos puntos de luz, decidimos quedarnos a oscuras y cuando nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad de la noche comenzamos a ver cientos de luciérnagas sobre nosotros, un momento mágico que ya sería para siempre nuestro.
DÍA 8: Ella's Rock y Puente de los 9 arcos
5:00am el sol sale entre las montañas del valle de Ella. Pocas veces puede uno contemplar el amanecer sin moverse de la cama. Desayunamos y nos dirigimos a la temida Ella’s Rock. Bajamos a las vías del tren y nos ponemos rumbo a la estación de Kithalella, punto de inicio del trekking (pincha aquí para tener toda la información de la ruta). Llegar a la cima es algo exigente, por eso planifica bien la ruta y sal temprano. En mitad de la subida, cuando más duro se hace, encontramos a dos mujeres de avanzada edad que vendían agua de coco, nos salvaron literalmente la vida jaja tardamos 1h15′ en llegar al mirador, el sufrimiento y el calor merecieron la pena. Sacamos unos deliciosos pancakes para celebrar que lo habíamos conseguido y de repente… un puto mono trincó nuestra bolsa de comida… un video vale más que mil palabras:
Una vez aceptado que no íbamos a comer nada, comenzamos el descenso y el regreso a casa. Por la tarde, tras una buena siesta bien merecida, fuimos a visitar el Puente de los 9 Arcos, una de las paradas obligatorias en Ella.
DÍA 9: Viaje a Tissamarahama (Yala National Park)
Toca abandonar Ella muy a nuestro pesar ya que han sido dos días increíbles. Nos subimos a la Tuktukleta poniendo rumbo al sur, abandonando las tierras altas para dirigirnos a la costa, parando primero en Tissamarahama, la puerta de Yala. El trayecto es una verdadera pasada, tenemos por delante 80km (2h30′), incluso nos cruzamos con elefantes en libertad en la carretera, Sri Lanka no deja de regalarte momentos inolvidables.
Llegamos a nuestro destino sobre la hora de comer. Por la tarde organizamos el safari de día completo, ya que Tissamarahama no tiene mucho que ofrecer y preferimos estar en el Parque Natural todo el tiempo que podamos, para así tener más oportunidades de ver al escurridizo Leopardo Asiático. Una vez con todo listo, nos fuimos a dormir con la ilusión de dos niños que van al parque de atracciones por primera vez. (pincha aquí si quieres tener toda la información sobre Yala National Park)
DÍA 10: Safari Yala National Park.
Es noche cerrada aún y los zumbidos del despertador retumban en nuestras cabezas, pero es lo que toca cuando hay que ir de safari. Nos subimos al jeep más dormidos que despiertos y nos ponemos rumbo a la puerta de Yala. Mientras esperamos para pagar la entrada podemos ver como el sol va saliendo tímidamente en el horizonte, reflejando sus primeros rayos en un río cercano donde un cocodrilo descansa plácidamente.
Tras cruzar la entrada los animales no tardan en aparecer en escena, un grupo de 20 ciervos moteados cruzan el camino saltando totalmente sincronizados, pocos metros más adelante ocurre lo mismo con una familia de Sambares. Pasan las horas y con ellas el avistamiento de un montón de fauna: elefantes, cocodrilos, monitores, aves y búfalos… sin embargo, el leopardo se hace de rogar. Recorremos el Parque de un lado para otro pero nada. Entramos en las horas de más calor del día por lo que decidimos retirarnos a comer, ya que en estas horas la mayoría de los animales están más inactivos y escondidos del abrasador sol. Durante la comida se acercaron a pocos metros de nosotros una pareja de elefantes que buscaban darse un refrescante baño. Sobre las 3pm nos ponemos en marcha otra vez a ver si tenemos suerte… y de repente… a pocos minutos de salir, el conductor se vuelve loco y comienza a ir a toda prisa a un punto en concreto.
Por fin la larga espera había merecido la pena, ahí estaba el tan deseado leopardo, sentado a la sombra de un arbusto, indiferente a nuestra presencia. Estuvimos disfrutando del momento unos 5 minutos desde la distancia con nuestros prismáticos, hasta que comenzaron a llegar más, más y más jeeps, todos buscando su lugar frente al felino y la foto perfecta. El momento comenzó a incomodarme bastante y al leopardo por lo que vimos también, cansado de tanto ruido se marchó. Para nosotros fue la guinda del pastel, volvimos al hotel para planificar la ruta de los próximos días y cerrar así la agotadora jornada.
DÍA 11: Viaje a Talalla, parada en Tangalle y Hiriketiya.
Con las pilas bien cargadas y el tanque de gasolina de 9l lleno, nos ponemos rumbo a la costa suroeste de la isla. La primera parada fue en el pueblo de Tangalle (70km / 2h), tomamos un café y continuamos nuestra marcha hasta Hiriketiya, una parada obligatoria del litoral esrilanqués que esperábamos con muchas ganas. Aparcamos el Tuk Tuk y nos fuimos a la playa. La primera impresión fue ¡brutal! una preciosa calita en forma de herradura, llena de cocoteros, arena dorada, olas impetuosas y lo mejor de todo… ¡NO HABÍA CASÍ NADIE! salvo un grupo de surferos a unos 200m de la orilla. Estuvimos cosa de 2h haciendo el tonto y tomando unas cervezas. Si te gusta el surf esta playa es tu sitio, nosotros por falta de tiempo decidimos disfrutar del mar y la tranquilidad, ya surfearíamos al día siguiente. Pese a la belleza de esta cala, decidimos pasar la noche en la playa de Talalla, la que fue para nosotros la más bonita de toda la costa sur y suroeste, a penas conocida y por lo tanto sin turismo. Acertamos de pleno! un km de litoral solo para nosotros. Dormimos en un humilde alojamiento ya que la zona no tiene mucha oferta turística, y es por eso mismo que la hace tan especial. Pasamos una noche preciosa con el rugido de las olas de fondo mezcladas con el sonido de la selva que rodea este trocito de paraíso.
DÍA 12: Viaje a Mirissa, surf y villa de "lujo".
Abandonamos con mucha pena la playa de Talalla para continuar hasta nuestra siguiente parada, Mirissa (40km / 1h). Esta jornada hemos decido darnos un capricho y hemos reservado una villa a las afueras de Mirissa (recuerda que pinchando aquí tienes toda la información de nuestros alojamientos). Tras hacer el check in, decidimos irnos a hacer Surf a la bahía de Weligama que estaba a pocos km de la villa. Alquilamos un par de tablas y nos tiramos toda la mañana luchando contra el Mar de Laquedivas (océano Índico). Una vez exhaustos aprovechamos para ir a dar una vuelta y comer en el pueblo de Mirissa. Por la tarde fuimos a «coconut tree hill» una colina en uno de los extremos de la playa llena de cocoteros, donde vivimos un atardecer digno de película.
DÍA 13: Viaje a Galle, visita a Jungle beach, Unawatuna y atardecer en Dalawella.
Nos enfrentamos al tramo final de nuestro viaje. Hoy toca viajar a Galle, una de las ciudades más importantes del país. Tardamos en llegar 1h15’/40km a nuestro alojamiento dentro del Fuerte de Galle. Hacemos el Check in y nos volvemos a subir al Tuk Tuk para aprovechar las horas de sol, ya visitaremos la ciudad colonial y sus encantos por la noche. La primera parada es Jungle Beach, una supuesta playa escondida muy salvaje a pocos minutos de nuestra ubicación. No tardamos en llegar, para acceder tienes que bajar por un camino pedregoso sin dificultad. La cala en sí mima tiene mucho encanto, pero la cantidad de gente que había, sumado a la mierda y plástico, hizo que no estuviésemos más de 30 min. Para nosotros fue una visita totalmente prescindible. Con la tripa llena fuimos a visitar a playa de Unawatuna y más tarde Dalawella, donde hicimos tiempo para ver el atardecer haciendo el mono en la cuerda más famosa de Sri lanka.
Por la noche, bien tostados por el sol, aprovechamos para recorrer el interior del fuerte de Galle y contemplar su arquitectura. Nos perdimos por sus calles y comercios, imaginándonos por un momento como era aquel pasado colonial que tan marcado está en cada esquina de la ciudad.
DÍA 14: Última parada... Hikkaduwa
Y llego la última parada antes de comenzar el regreso a casa, Hikkaduwa (30km/50′). Llegamos a nuestro nuevo destino sobre las 9:00am para así poder aprovechar para hacer snorkel en el famoso arrecife de coral que tiene su playa principal.
Por la tarde mientras estábamos disfrutando de la piscina del nuevo alojamiento, el propietario nos recomendó que fuéramos al atardecer a un punto concreto de la playa, donde normalmente hay tortugas marinas y puedes bañarte con ellas. A priori nos pareció una idea genial y así hicimos. Cuando llegamos allí, había un par de personas locales indicándonos donde estaban las tortugas, mientras intentaban que les comprásemos algas para darlas de comer, cosa que no hicimos, porque la orilla estaba llena de esa misma alga. Nos metimos en la playa y dos enormes ejemplares se acercaron, aproveche para ofrecerles un trozo de alga flotante que no rechazaron y comieron sin dudarlo. Pasaron los minutos y la zona comenzó a llenarse de turistas que repetían el mismo proceso que nosotros. Nos fuimos de ahí con sentimientos encontrados, por una parte, es increíble ver tortugas marinas gigantes en libertad, pero por otra parte, sí están ahí, es porque los humanos las damos de comer «adulterando» el ecosistema, pero bueno, lo hecho, hecho está, si es cierto que nos llevamos este video para el recuerdo, que es una pasada.
DÍA 15: Regreso a casa.
Todo viaje tiene un final, y el nuestro ha llegado a su fin, pero aun tenemos un largo trayecto hasta la capital del país a 40km/h. Tardamos 4h en recorrer los 150km hasta la empresa de alquiler de Tuk Tuks en Negombo. Sorprendentemente conseguimos devolver a nuestro querido triciclo mecánico en perfectas condiciones, oficialmente ha sobrevivido a la aventura. Un par de horas mas tarde nos fuimos al aeropuerto dirección a casa.
Sri Lanka, ha sido sin duda uno de nuestros destinos favoritos y sobre todo uno de los más auténticos, algo que hoy en día es complicado de encontrar. Es cierto que fuimos en plena crisis económica en septiembre 2022, lo que ayudo a disfrutar del país en una relativa «soledad». Para nosotros es un destino 100% recomendable, donde encontramos atardeceres únicos, playas de arena dorada y olas indomables, la naturaleza más salvaje y delicada, ciudad caóticas con miles de rincones donde perderte, km infinitos en Tuk Tuk, una gastronomía simple y deliciosa, gente local con historias de superación dignas de película tras el tsunami de 2004, y un millón de razones más que hacen de este destino un auténtico paraíso que tienes que descubrir.