ITINERARIO 16 DÍAS MADAGASCAR
DÍA 1: Llegada y visita Antananarivo.
DÍA 2: Vuelo a Nosy Be.
DÍA 3: Visita y buceo en Nosy Tanikely. Visita playa de Andilana y atardecer en Mont Passot.
DÍA 4: Visita Nosy Iranja. Atardecer en Ambatoloaka.
DÍA 5: Visita Parque Nacional Lokobe. Vuelo de regreso Antananarivo.
DÍA 6: Viaje en coche Antsirabe (5h / 185km). Visita de la ciudad.
DÍA 7: Viaje en coche Antsirabe – Morondava (12h / 500km).
DÍA 8: Visita pueblo pesquero. Atardecer en la Avenida de los Baobabs.
DÍA 9: Viaje Morondava – Antsirabe (12h / 500km).
DÍA 10: Viaje en coche Antsirabe – Parque Nacional Ranomafama (7h / 225km). Caminata nocturna en busca de reptiles.
DÍA 11: Trekking Parque Nacional Ranomafama.
DÍA 12: Viaje en coche Ranomafama – Isalo Ranohira (7h / 335km).
DÍA 13: Trekking Parque Nacional Isalo. Atardecer en la ventana de Isalo.
DÍA 14: Viaje en coche Isalo Ranohira – Ambositra ( 11h / 428km).
DÍA 15: Viaje en coche Ambositra – Antananarivo (6h / 250km).
DÍA 16: Vuelo de regreso a casa.
*Hay que añadir 2 días extra de viaje, ya que la duración de los vuelos rondan las 16h – 20h.
DIARIO DE VIAJE
DÍA 1: Madagascar nos da la bienvenida. Visita de la capital, Antananarivo.
Tras veinte horas de vuelo, dos escalas y una noche sentados al lado de una mujer cuya habilidad especial era escupir a una servilleta con una frecuencia de dos escupitajos por segundo, finalmente, aterrizamos en la Isla Roja (recibe este nombre debido al color rojizo que adquieren sus suelos ricos en hierro y aluminio, que, sumado al gran problema de deforestación que asola al país, cada vez es más común encontrarse con suelos más rojos y menos verdes).
Tras hacer el check-in en nuestro primer alojamiento en el centro de Antananarivo, aprovechamos las tres horas de luz que nos quedaban para dar una vuelta por sus calles, mercados y sitios de interés. Reconozco que la capital no destaca especialmente por su belleza, tampoco por su seguridad al caer la noche, sin embargo, tiene algo que consigue atraerte, ya sea su olor, su caos o su increíble gastronomía malgache/francesa, no sé… pero de verdad merece la pena recorrer durante unas horas sus calles y pararte a observar el ritmo de la ciudad.
Por la noche, después de tomarnos una cerveza en una azotea viendo nuestro primer atardecer en Madagascar, cenamos en «Le Petit Verdot», un espectacular restaurante con música en directo, donde sin duda probamos la mejor comida de todo el viaje por un precio ridículo.
DATOS DE INTERÉS:
VUELO:
Madrid – Antananarivo: 814€ Ethiopian Airlines (20h / 1 parada técnica: Roma + 1 escala: Etiopía). Pese a la mala reputación de la aerolínea, nosotros no podemos decir nada negativo, fueron puntuales, buen trato y buenas comidas).
ALOJAMIENTO:
Maison Lovasoa: 25€ 1 noche/2 personas, desayuno incluido. Traslado aeropuerto – alojamiento 16€ / 80.000 Ary.
DÍA 2: Vuelo a Nosy Be, el paraíso de Madagascar.
La mañana del segundo día transcurre entre atascos y aglomeraciones de camino al aeropuerto. Es 22 de Junio y los preparativos para la celebración conmemorativa del día de la independencia respecto a Francia (26/6/1960), hace que sea imposible moverse en coche por la capital, por lo que casi perdemos el vuelo interno a Nosy Be, pero afortunadamente todo salió bien, en apenas 2h ya estábamos al noroeste del país.
Aprovechamos la jornada para relajarnos, organizar los próximos días y disfrutar de la primera puesta de sol, algo que por cierto nos encanta. Al caer la noche, nos fuimos a cenar a un pueblo costero llamado Ambatoloaka, donde vimos uno de los principales problemas de Madagascar. La isla de Nosy Be, es posiblemente, la zona más turística de todo el país y como consecuencia de ello, hay un gran porcentaje de personas que el principal motivo de su viaje es lo que se conoce como «turismo sexual», y nosotros sin darnos cuenta, estábamos en el punto más concurrido de este tipo de «turismo», por lo que al identificar lo que estaba pasando allí, decidimos alejarnos e irnos a cenar a un sitio apartado a escasos metros del mar y poner final a nuestro día.
DATOS DE INTERÉS:
VUELO INTERNO: Atananarivo – Nosy Be: 327€ (ida y vuelta) Madagascar Airlines (2h).
ALOJAMIENTO: Les Ibiscus: 50€ por noche / 2 personas. Alojamiento espectacular, desayuno buenísimo.
DÍA 3: Buceo en Nosy Tanikely. Visita playa de Andilana y atardecer en Mont Passot.
Amanece por primera vez para nosotros en Nosy (Isla) Be (Grande), y tras desayunar una cantidad ingente de frutas, tostadas y torrijas, sí… torrijas de Madagascar, nos pusimos en marcha a una de las actividades más esperadas de todo el viaje, bucear en la reserva marina de Nosy Tanikely (Tierra Pequeña).
Tardamos alrededor de 45 minutos en llegar a esta pequeña isla en mitad del Océano Índico. Durante la mañana, realizamos un total de dos inmersiones, a parte de recorrer a pie cada rincón del islote donde tuvimos la suerte de toparnos con un grupo de simpáticos lémures marrones, pero bueno, volviendo al tema del buceo, sinceramente… ¡fue una puta pasada!, las aguas tranquilas y cristalinas permitieron disfrutar del entorno y fauna como en pocos lugares en el mundo. Durante nuestro recorrido entre corales de color café y rojo carmesí, nos topamos con todo tipo de criaturas marinas: tortugas, rayas, meros, un pez rana mimetizado con un coral púrpura, bancos de cientos de peces, estrellas gigantes de mar, incluso un tiburón guitarra de 2 metros de largo.
Dejando atrás el subidón del buceo, aprovechamos el resto de la jornada para relajarnos en la norteña playa de Andilana, para finalmente terminar uno de los mejores días del viaje con un atardecer sobre los crater lakes desde el punto más alto de la isla, el Mont Passot.
DATOS DE INTERÉS:
BUCEO:
– Centro: Double Deep. Centro pequeño, serio y muy recomendable.
– Precio : 2 inmersiones + barco hasta Nosy Tanikely + entrada al parque natural : 150€ por persona.
MONT PASSOT:
– Precio de la entrada 3€ / 16.000. Se puede llegar desde Andilana en unos 20 minutos. Posibilidad de rutas por los craters lakes de 1h.
DÍA 4: Nosy Iranja, la visita estrella de Madagascar.
Y por fin llegó el día, tocaba visitar Nosy Iranja, la visita estrella de Nosy Be. Lo que hace tan especial y famoso a este lugar, es la lengua de arena blanca coral de dos kilómetros de largo que une los dos islotes. La playa que se crea es algo único en el mundo, que si encima le sumas el poco turismo (nosotros estuvimos prácticamente solos allí) da como resultado una de las mejores experiencias de un viaje por Madagascar. Esta isla también es conocida localmente como » la isla de las tortugas» ya que las tortugas marinas vienen aquí a desovar.
Tras el desayuno, partimos al puerto de Ambatoloaka, lugar de donde salen botes motorizados a prácticamente a todos los puntos de interés del archipiélago. El recorrido duró alrededor de 1h30m. Durante el trayecto no pude dejar de admirar las playas infinitas que bañaban el litoral, imaginando a piratas como Henry Averi surcando estas aguas, hipnotizado por su belleza y salvajismo.
Una vez en tierra, aprovechamos la mañana para explorar este pequeño paraíso, subir a lo más alto de la isla para sacar unas fotos, recorrer la «infinita» lengua de arena, visitar el poblado que vive a la sombra de las palmeras, y como no, darnos una buena comilona a base de pescado y cangrejos acompañado de una buena cerveza fría. Por la tarde, sobre las 15:30, regresamos de nuevo a Nosy Be, justo al atardecer para poner el broche final a una jornada de ensueño.
*PRECIO EXCURSIÓN NOSY IRANJA: 30€ por persona / ida y vuelta / comida incluida.
DÍA 5: Camaleones, serpientes y lémures en el Parque Nacional Lokobe.
Suena el despertador algo más pronto de lo que nos gustaría… es nuestro último día en las islas y tenemos que aprovechar cada segundo. El avión de regreso a Antananarivo sale a las 15:00, así que optamos por recorrer el Parque Nacional de Lokobe antes de dirigirnos al aeropuerto ya que esta reserva se encuentra a pocos kilómetros de nuestro destino (10km/20min) y la excursión dura alrededor de unas 3-4 horas.
Nuestra visita comienza en la rural comunidad de Ambatozaravy, lugar donde cogimos un bote que nos llevaría hasta el pequeño pueblo de Ampasipohy en la mismísima puerta de Lokobe. Allí nos estaba esperando un «chavalín» del poblado que se encargaría de hacernos una ruta por el interior del parque es busca de todo tipo de fauna, y vaya si lo consiguió…
A los pocos minutos de comenzar a caminar, justo antes de entrar en el parque, nos topamos con un camaleón pantera, una de las especies más fascinantes de todo Madagascar. Su movimiento hipnótico nos cautivó, gracias a él nos llevamos uno de los mejores videos del viaje. Durante el resto del recorrido pudimos ver más de cuatro especies diferentes de lémures, pero si uno destaco sobre el resto, ese fue el pequeño lémur ratón, con sus escasos diez centímetros, es el primate más pequeño del reino animal, toda una belleza en miniatura. Cuando ya íbamos dirección a la salida, desandando lo andando, nos encontramos con una gigantesca boa constrictor de unos tres metros de lago. Me considero un auténtico fan de las serpientes, haya donde voy siempre las estoy buscando, y ha sido aquí, en Madagascar, donde he visto el ejemplar más grande.
Tras un inicio de jornada preciosa, tocó abandonar el parque y poner rumbo al aeropuerto. Una vez allí el vuelo se retrasó unas tres horas, pero finalmente despegó y en poco menos de dos horas estábamos de nuevo en la capital.
*PRECIO EXCURSIÓN LOKOBE: 15€ por persona, incluido traslado al Parque Nacional, bote, guía y traslado al aeropuerto.
*ALOJAMIENTO ANTANANARIVO: Fly Inn Aeropuerto 40€.
DÍA 6: Viaje a las entrañas de Madagascar en coche. Llegada Antsirabe.
El caos de la capital nos despertó antes que nuestros móviles. Aprovechamos para desayunar y preparar todo para nuestra siguiente etapa del viaje. Quedamos sobre las ocho de la mañana con el que iba a ser nuestro «driver» de los próximos once días, nos presentamos, pagamos y conocimos el que creíamos que iba ser nuestro coche durante todo el viaje ¡SPOILER ALERT! adelanto… no lo fue. Con mucha ilusión nos montamos al coche, un antiguo, aunque bien pintado y equipado Hyundai Terrano. Estéticamente el coche estaba bastante decente, teniendo en cuenta que habíamos elegido una de las compañías más baratas de toda isla. Al poco de arrancar ya se intuían cositas… las marchas no entraban bien y el motor no pasaba por su mejor momento, pero pese nos pusimos en marcha.
Tardamos unas 6h/200km en llegar a Antsirabe, nuestro primer destino. Tras hacer el check in, recorrimos la segunda ciudad más grande de Madagascar. Personalmente, no es una ciudad especialmente bonita, sin embargo, tiene algunos puntos de interés que merecen la pena mencionar:
– La Avenida de la Independencia.
– Hotel Des Thermes.
– La Catedral.
– Gem Market.
* COCHE ALQUILER + DRIVER 11 DÍAS: 850€ Faniry Rental Cars, sinceramente, no lo recomiendo, creo que hay alternativas mucho mejores.
* ALOJAMIENTO ANTSIRABE: Lánis Étoilé 30€.
DÍA 7: Nos quedamos sin coche, viaje Antsirabe - Miandrivazo.
Son las seis de la mañana y rondan los siete grados. Habíamos leído acerca del frío de Antsirabe, pero pese a ello no esperábamos tanto. El invierno austral en el interior del país es bastante gélido, pero si encima le sumas la tendencia que tiene la gente de Madagascar a tener todo abierto por los cuatro costados, el resultado se traduce en que solo vas a estar a gusto en tu cuarto mientras el sol este escondido.
Tras esta breve queja, nos lanzamos a la carretera de nuevo. Hoy tenemos por delante el trayecto más largo de todo el viaje (Antsirabe – Morondava = 530km / 12h), una jornada completa por carreteras destrozadas llenas de «pot holes» o como los llamamos en España: putos baches. Si algo es costumbre en mis viajes por África es quedarme tirado con el coche en el peor lugar posible y le había llegado su turno a nuestro querido Hyundai. Serian las doce la mañana cuando un denso humo blanco comenzó a brotar entre las rendijas del capó… a partir de ese momento el ruido del motor se apagó para siempre en mitad de la más absoluta nada, en un pequeño desierto arcilloso, con un calor que hacía añorar el frío mañanero de Antsirabe.
Pasaron las horas, y con ellas nuestra esperanza de reparar el viejo coche. Finalmente, con la ayuda de una buena gente que se paró a ayudarnos, conseguimos empujar el coche alrededor de un kilómetro hasta el pueblo más cercano donde abandonamos a la sombra a nuestro no tan querido coche.
Durante unas tres horas nos dedicamos a intentar parar a los pocos coches que pasaban por nuestra carretera, pero éramos totalmente invisibles a sus ojos. Finalmente, una furgoneta se detuvo, y tras un breve diálogo aceptaron llevarnos a Miandrivazo, un pueblo a mitad de camino entre Antsirabe y Morondava. Contra todo pronóstico llegamos a nuestro improvisado destino para poder disfrutar del atardecer sobre el río Mahajilo, una imagen preciosa que cerraba un día de mierda que podía haber terminado mucho peor.
*(Paralelamente a esta historia, la empresa mandó a otro driver con otro coche para continuar con nuestro trayecto al día siguiente).
*ALOJAMIENTO EN MIANDRIVAZO: Soa Lia 60€.
DÍA 8: Viaje Miandrivazo - Morondava, visita pueblo pesquero y boababs al fallo.
Nos despertamos antes que el sol en la rural población de Miandrivazo. Acompañados de una cierta incertidumbre salimos del alojamiento en busca de nuestro driver y contra todo pronóstico… ¡Ahí estaba! con un flamante Mitsubishi Pajero de principios del siglo XXI. Tras una inexistente presentación (ya que ni él hablaba ingles, ni nosotros malgache) nos pusimos rumbo a Morodava, la tierra de los baobabs.
Sobre las once la mañana llegamos a nuestro destino. Tras hacer el check in, nos fuimos a Nosy Kelly una isla al extremo sur de la playa de Morondava, donde días antes, a través de nuestro driver, habíamos concretado una canoa para ir a Betania, un tradicional pueblo pesquero, en el que pasaríamos el resto de la mañana.
Después de una sobredosis de cangrejos en la playa de Betania, nos pusimos rumbo a uno de los lugares más mágicos de toda la isla… La Avenida de los Baobabs. Un lugar único en nuestro planeta, un lugar por el que merece la pena viajar a la otra punta del mundo, un lugar con uno de los atardeceres más fotografiados del continente africano. Esta larga avenida se encuentra a unos 35min / 20km del centro de Morondava.
Un solo baobab es razón más que suficiente para parar a contemplarlo y fotografiarlo ¿verdad?, pues imagínate en este lugar con más de trescientos en menos de un kilómetro cuadrado… Estar rodeado de gigantes de más de treinta metros y cerca de ochocientos años es algo que cuesta describir con palabras.
Paseamos alrededor de dos horas por la avenida, parándonos en cada árbol a contemplar su belleza, mientras el sol poco a poco iba escondiéndose en el horizonte, cambiando completamente los colores de las cortezas, pasando por toda la gama cromática desde el gris elefante al color rosa anaranjado del salmón. Cuando el sol estaba tan bajo que a penas se podía ver su circunferencia completa, nos fuimos detrás del estanque de lirios para ver el final de este espectáculo de la naturaleza.
*ALOJAMIENTO MORONDAVA: Trecicogne 25€
*EXCURSIÓN PUEBLO PESQUERO BETANIA: 35€ 2 PERSONAS
DÍA 9: Regreso de nuevo a Antsirabe.
Amanece en Morondava. Tras un pequeño desayuno nos ponemos rumbo a Antsirabe de nuevo. La única opción es volver por la misma carretera en la que nos quedamos tirados dos días atrás… por lo que toca recorrer «again» los 530km/12h, una verdadera paliza, pero es el peaje que hay que pagar para visitar este rincón único en el mundo, peaje que pagaría un millón de veces sin dudarlo. El resto de la jornada transcurre, afortunadamente, sin ningún incidente y llegamos a nuestro destino a las ocho de la noche.
*ALOJAMIENTO ANTSIRABE: l’anis Étolilé 30€.
DÍA 10: Camaleones nocturnos de Ranomafama.
Continuamos el viaje siguiendo los mismos pasos de cada día: desayunar, preparar las mochilas y a la carretera. Hoy tenemos por delante unos 220km/6h30m hasta Ranomafama. Después de las largas jornadas de coche de estos últimos días, seis horas nos parece un regalo. Llegamos sobre las tres de la tarde a nuestro destino, prácticamente en la misma entrada del Parque Nacional que lleva el mismo nombre que el pueblo aledaño. Ranomafama significa en la lengua local Rano (agua) mafama (caliente), puesto que en el centro del pueblo hay una piscina pública con aguas termales, famosas por la riqueza de sus minerales y por ser curativas.
Al atardecer, contratamos a un guía para que nos llevase por las afueras del parque en busca de fauna nocturna. La excursión fue decepcionante, ya que consistía en recorrer a pie la carretera que está en frente de la entrada del Parque Nacional, algo que podría hacer cualquiera por su cuenta, sin embargo, pudimos ver un gran número de camaleones y un par de lémures ratón, algo que salvó la actividad.
*ALOJAMIENTO RANOMAFAMA: Foret Austral 15€ por noche 2 personas.
*«TREKKING» NOCTURNO: 8€ por persona.
DÍA 11: Hiking en Ranomafama National Park, termas y estrellas.
Tras un pésimo desayuno nos ponemos en marcha rumbo a la entrada del Parque Nacional de Ranomafama. Es obligatorio contratar a un guía para realizar la caminata, por lo que hablamos con el chaval de la excursión de la noche anterior. Antes de comenzar la ruta, hablamos con él para concretar la duración del recorrido (4 horas/8km) y para mostrar nuestro interés en ver lémures, ya que en esta región se encuentran un total de doce especies diferentes, entre los que destaca el lémur dorado del bambú y los sifakas de Milne-Edwards. Durante nuestra corta jornada tuvimos la suerte de ver los lémures antes mencionados, así como otras tres especies más siempre desde la distancia. Por poner una pega a la actividad, lo único que no me gusto fue la persecución que se formaba cuando se avistaba un lémur. Los guías, todos comunicados entre ellos por teléfonos, se llamaban para que su grupo fuese corriendo a la ubicación, provocando una mezcla de gritos que terminaban por espantar a la fauna salvaje. A veces el turismo es asqueroso. Pese a ello, disfrutamos mucho del entorno y del recorrido, atravesando en ciertos puntos ríos y divisando alguna que otra cascada.
Por la tarde, tras comernos un buen filete de cebú, nos dirigimos a las termas/piscinas municipales donde pasamos un agradable rato en compañía de la gente local, algo que sin duda me encantó. Para finalizar el día, pateamos unos 5km desde nuestro alojamiento hasta el pueblo de Ranomafama para cenar unas ricas pizzas. De camino a nuestro alojamiento, nos paramos a disfrutar de la Vía Láctea en todo su esplendor, ver las estrellas así es algo tan mágico como extraño en nuestros días, en un mundo donde la contaminación lumínica devora nuestros cielos nocturnos.
PRECIOS RANOMAFAMA N.P:
– ENTRADA: 24€ Por persona.
– GUÍA: 12€ Por persona.
DÍA 12: Viaje a Isalo National Park. Parada en Anja, el paraíso de los lémures de cola anillada.
Continuamos nuestra ruta al sur dirección Ranohira (340km/7h). A mitad de recorrido, a unos 130km/4h, nos detuvimos para hacer la que fue una de las actividades que más disfrutamos de todo el viaje, visitar la reserva de Anja. Gestionada por la propia comunidad, esta reserva se ha convertido en uno de los reclamos turísticos de la zona, ya que me atrevo a decir que es el mejor lugar de todo Madagascar para ver lémures de cola anilla «very close». La visita no decepciono, y pudimos disfrutar durante dos horas de la compañía de estos preciosos lémures.
Llegamos a nuestro destino pocos minutos antes del atardecer. Tras acomodarnos en nuestro nuevo alojamiento, que por cierto fue el mejor de todo el viaje, pudimos disfrutar desde nuestra terraza los últimos rayos de sol que se escapaban por encima de las paredes que rodean al Parque Nacional de Isalo.
RESERVA DE ANJA: 20€ 2 personas / guía obligatorio incluido.
ALOJAMIENTO: Samatra 54€.
DÍA 13: Trekking en Isalo National Park, oasis, sifakas y un atardecer para el recuerdo.
Con gran ilusión nos ponemos en marcha rumbo a Isalo National Park, uno de los puntos más visitado de todo Madagascar. Como en casi todos los parques nacionales del país, es obligatorio ir acompañado por un guía, por lo que en el centro de visitantes tuvimos que contratar dicho servicio. Una vez pagadas todas las tasas, nos dirigimos a la entrada para comenzar a caminar por el variopinto parque. Durante toda la jornada recorrimos un total de 15 km en unas 8h, subimos y bajamos escarpados barrancos, nos bañamos en pequeños oasis de palmeras de agua cristalina, divisamos cascadas, disfrutamos observando la fauna, incluso nos robó la comida un pequeño lémur marrón, pero sin duda la estrella de la visita fue un gracioso grupo de sifakas que tras un buen rato observándolos como descansaban plácidamente en los árboles, decidieron marcharse con su hipnótico baile bípedo a base de pequeños saltos, como de si pequeños ninjas blancos se tratasen.
Una vez fuera del Parque Nacional de Isalo, nos dirigimos a poner el broche final de la jornada a la famosa Ventana de Isalo, una formación rocosa de arenisca donde disfrutamos del último atardecer antes de emprender nuestro camino de vuelta a casa. Un atardecer para el recuerdo con la mejor compañía que se puede tener… nosotros.
*PRECIO ENTRADA Y GUÍA EN ISALO: 44€ por persona.
DÍAS 14/15/16: Regreso a Antananarivo. Vuelo a Madrid.
Poco más puedo añadir a este diario de viaje. Durante los siguientes dos días recorrimos más de 700km/18h de camino de vuelta por la misma carretera, hicimos noche en Ambositra, antes de continuar dirección a Antananarivo y volar al día siguiente a nuestra casa, Madrid.
*ALOJAMIENTO AMBOSITRA: Gluglu Hotel 12€
*ALOJAMIENTO ANTANANARIVO: Oceanis home 20€